Elegir un buen tapete de yoga es mucho más que una decisión estética: es una herramienta para tu práctica. Ya sea que estés comenzando con posturas básicas o perfeccionando asanas avanzadas, el tapete correcto puede marcar la diferencia entre una experiencia cómoda y segura, o una que te cause incomodidad y hasta lesiones.

Un tapete adecuado no solo proporciona estabilidad y amortiguación, también refleja tu estilo, tu compromiso con la práctica y hasta tus valores, como la preferencia por materiales ecológicos o antideslizantes.

Queremos ayudarte a encontrar el tapete ideal para ti, tomando en cuenta tu nivel de experiencia, el tipo de yoga que practicas, y tus necesidades específicas. Porque así como cada cuerpo es distinto, cada práctica también lo es, y tu tapete debe acompañarte en cada paso del camino.

Materiales a considerar

Al momento de elegir un tapete de yoga, uno de los primeros aspectos que debemos considerar es el material. Esto influye en el agarre, la durabilidad y el peso del tapete. Vamos a ver los más comunes:

• PVC

Es uno de los materiales más usados. Ofrece buen agarre y suele durar bastante. La desventaja es que no es biodegradable, así que si buscamos una opción más amigable con el ambiente, este no es el ideal.

• Caucho natural

Es una alternativa más sostenible. Tiene buen agarre, sobre todo si sudamos mucho al practicar. Lo que debemos tomar en cuenta es que puede ser más pesado y algunas personas pueden tener alergia al látex.

• TPE

Este material es una especie de punto medio. Es más ligero que el caucho y menos contaminante que el PVC. Es cómodo y fácil de transportar. Sin embargo, puede desgastarse más rápido si lo usamos con mucha frecuencia. 

Grosor en el tapete, equilibrio en el cuerpo

El grosor del tapete también es clave. Afecta tanto la comodidad como el equilibrio durante la práctica. Si usamos un tapete muy delgado, vamos a sentir más cercanía con el piso, lo cual puede ayudarnos a mantener el equilibrio, sobre todo en posturas de pie. Pero si pasamos mucho tiempo en el suelo o tenemos molestias en rodillas o muñecas, puede no ser suficiente.

Por otro lado, un tapete más grueso da mayor amortiguación. Esto se siente bien en posturas sentadas o acostadas, pero a veces puede hacernos perder estabilidad en posturas de equilibrio.

Aquí lo importante es pensar en nuestro cuerpo y en el tipo de yoga que practicamos. No hay un grosor ideal para todos, pero sí podemos encontrar el que mejor se ajuste a lo que necesitamos. 

Agarre y textura

El agarre del tapete es algo que muchas veces no notamos hasta que lo necesitamos. Según el estilo de yoga que practicamos, vamos a requerir más o menos adherencia.

Si hacemos un yoga más dinámico, como vinyasa o power, donde hay muchas transiciones y podemos sudar bastante, es clave que el tapete tenga buen agarre. Así evitamos que las manos o los pies se resbalen.

En estilos más suaves o estáticos, como yin o restaurativo, el agarre no es tan importante. Ahí tal vez nos fijamos más en la textura, si nos gusta una superficie lisa o con un poco de relieve.

También influye si usamos toalla encima o si practicamos sin nada más. Al final, se trata de probar y ver qué nos funciona mejor según cómo nos movemos y cómo se siente nuestro cuerpo durante la práctica. 

Conoce otros factores 

Además del material, el grosor y el agarre, hay otros detalles que también vale la pena considerar al momento de elegir un tapete.

• Portabilidad

Si llevamos nuestro tapete al estudio o lo movemos seguido, conviene que no pese mucho y que sea fácil de enrollar. Algunos incluso vienen con correa o bolsa, lo cual facilita el transporte.

• Ecología y precio

También está el tema de los materiales ecológicos. Si queremos una opción más responsable con el ambiente, hay tapetes hechos de caucho natural, corcho o TPE. Eso sí, a veces el precio puede ser un poco más alto, así que toca ver qué tanto podemos o queremos invertir.

• Limpieza

Por último, está la limpieza. Algunos tapetes se limpian solo con un trapo húmedo, mientras que otros necesitan más cuidado o productos especiales. Si practicamos seguido, es importante que el tapete sea fácil de mantener limpio.  

Cuidado del tapete 

Si ya elegimos un buen tapete, lo ideal es que nos dure. Para eso, es importante darle un poco de cuidado. Después de cada práctica, podemos limpiarlo con un trapo húmedo o con una mezcla suave de agua y vinagre. No hace falta usar productos fuertes. 

También conviene dejarlo secar bien antes de guardarlo, para evitar malos olores o humedad. Cuando lo guardemos, es mejor mantenerlo enrollado y en un lugar seco, lejos del sol directo. 

Si lo usamos mucho, de vez en cuando podemos darle una limpieza más profunda, según las indicaciones del material. Con estos cuidados, nuestro tapete puede acompañarnos por mucho tiempo. 

Elegir un mat, una gran decisión 

Elegir un tapete puede parecer simple, pero cuando pensamos en cómo practicamos, qué necesitamos y qué nos hace sentir bien, vemos que hay varias cosas que considerar.

Lo importante es que el tapete nos ayude a conectar con la práctica, a movernos con seguridad y a disfrutar cada momento sobre él. Los invitamos a explorar, probar y encontrar ese tapete que se sienta como una buena base para lo que viene. Porque cada paso en el yoga empieza justo ahí, donde colocamos las manos y los pies.

En Yoga 108 encontrarás el tapete ideal para tu práctica de yoga, con opciones pensadas para distintos niveles, estilos y necesidades. Ven a conocerlos y encuentra el que mejor te acompañe en tu camino.